Cuando perdemos a alguien que amamos, buscamos formas de mantener viva su memoria y sentir su presencia en nuestro día a día.
Dos de los elementos más significativos que ofrecemos a las familias son los relicarios y los libros de condolencias. Estos no son simples objetos: son verdaderos tesoros de memoria, amor y consuelo.
Relicarios: una joya para que tu ser querido te acompañe en el día a día
Los relicarios son pequeñas joyas, normalmente en forma de colgante, que contienen una parte simbólica del ser querido: una fotografía, una frase grabada, o incluso una porción de cenizas, en caso de cremación. Muchos de nuestros clientes los eligen porque desean llevar siempre consigo un recuerdo tangible que les dé fuerza y serenidad en los momentos más difíciles.
Algunos relicarios también pueden personalizarse según el estilo y deseo de la familia. Para quienes viven lejos de su país de origen, tener un relicario puede representar un lazo emocional muy poderoso, especialmente en un entorno nuevo o lejos de otros familiares.
Libros de condolencias: palabras que quedan para siempre
Durante una ceremonia de velación o despedida, el libro de condolencias permite que quienes asisten dejen un mensaje, una anécdota, una oración o unas palabras de aliento para la familia. Con el paso del tiempo, estos libros se convierten en una fuente de consuelo invaluable.
Nosotros ofrecemos la opción del libro de condolencias físico o virtual.
Muchas familias descubren, al leer el libro de condolencias, historias que no conocían sobre su ser querido, o expresiones de cariño que les recuerdan cuánto fue amado. También pueden ser una herramienta preciosa para compartir con las generaciones futuras, transmitiendo así el legado emocional y humano de la persona fallecida.
Para las personas extranjeras que han hecho de Pérez Zeledón y sus alrededores su hogar, estos libros adquieren un valor aún mayor: permiten recoger mensajes de una red de amigos locales y también, a través de versiones digitales, de amigos y familiares que se encuentran en otros países.
En Funeraria Vida Eterna, acompañamos a cada familia en el diseño de un homenaje que refleje el amor y la historia de quien ha partido. Los relicarios y libros de condolencias son parte de ese acompañamiento, ofreciendo formas sensibles y duraderas de preservar la memoria.
Si desea más información sobre estos recordatorios personalizados, o necesita orientación sobre cómo integrarlos en el servicio funerario, estamos aquí para ayudarle con respeto, cercanía y humanidad.
Contáctenos. Nos ubicamos en Pérez Zeledón y estamos al servicio de comunidades cercanas como Dominical, Uvita, Quepos y las faldas del Chirripó, comprendemos el valor profundo de esos objetos y gestos que nos permiten seguir conectados con quienes ya no están físicamente.
Porque la memoria no muere, solo cambia de forma. Y en cada palabra escrita o joya guardada, el amor sigue presente.